La inversión del satélite Túpac Katari se recuperará en 14 años
La Agencia Boliviana Espacial (ABE) prevé recuperar en 14 años la inversión que el Estado boliviano realizó en el satélite Túpac Katari. Hasta la fecha, unas 15 empresas han comprado sus servicios, comprometiendo el 65% de su capacidad.
El director de la ABE, Iván Zambrana, informó ayer que estas 15 compañías que harán uso de los servicios satelitales “sobrepasan las expectativas de la institución”, puesto que representa el 65% de la capacidad del satélite.
“Estamos comprometiendo entre el 50 y 65% de la capacidad del satélite. El 50% representa a la Agencia unos $us 20 millones de ingresos año”. Las proyecciones son generar $us 40 millones anuales con el 100% del servicio.
“Como ésta no es una empresa de lucro, queremos poner el satélite al menor costo posible; entonces vamos a recuperar la inversión en 14 años”, precisó Zambrana.
El Director de la ABE indicó que las 15 entidades son nacionales porque en una primera instancia se está dando prioridad a las locales.
“Estamos priorizando la atención a los clientes nacionales y recién cuando tengamos nuestro mercado nacional atendido, vamos a tomar la decisión a qué mercados extranjeros vamos a llegar”, puntualizó.
Entre los clientes se encuentran ministerios, canales de televisión, empresas petroleras, entre otras, explicó. Hasta el momento se conoce que Entel comprará el 50% de la capacidad del satélite. La telefónica Tigo también aseguró adquirir el servicio, pero no precisó el espacio que requieren, al igual que Viva, que está analizando comprar el servicio, aunque tienen planificado expandir su cobertura.
Habrá contratos por un año y cinco como máximo. Zambrana explicó que la capacidad del satélite es de 1.232 megahertz (MHz) de ancho de banda.
Zambrana confirmó que el 1 de abril el satélite comenzará a prestar sus servicios en Bolivia y para el exterior empezarán a enviar sus ofertas económicas, porque cada país tiene su reglamentación de telecomunicaciones y eso significa una inversión en tiempo y dinero en obtener las licencias necesarias para operar en esos mercados extranjeros.
Fuente: La Razón